¿Sabes qué relación tienen la vitamina C y el resfriado? La vitamina C contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario, reduciendo la duración de los catarros y las gripes. Muchos animales tienen la posibilidad de producir esta vitamina en sus organismos, sin embargo, los seres humanos no. Y es por eso que debemos obtenerla de otro modo, a través de los alimentos o de suplementos alimenticios.
Popularmente, se la conoce como ácido ascórbico, y tiene varias funciones para el sistema inmune y la piel. La principal función es que ayuda a que el cuerpo produzca colágeno. Esta proteína es fundamental para constituir los tendones, tejidos y cartílagos. Además posee un fuerte poder antioxidante para combatir los radicales libres y por lo tanto el envejecimiento. Por otra parte, es la vitamina encargada de protegernos de factores como los rayos del sol, la contaminación... y mejorar los niveles de estrés.
Mitos y realidades sobre la vitamina C
Existen numerosos mitos sobre esta vitamina que han llevado a muchas personas a desconfiar de sus beneficios. Algunas de las realidades son:
- No mancha la piel: hoy en día sabemos, gracias a numerosos estudios, que su poder antioxidante puede neutralizar los radicales libres de oxígeno que se crean debido a la exposición a la radiación. La vitamina C no sólo no produce la aparición de manchas sino que, además, reduce la apariencia de las existentes. Al ser un inhibidor de la tirosinasa (enzima implicada en la formación de melanina), reduce la pigmentación y unifica el tono de la piel.
- Refuerza el sistema inmune gracias a que absorbe hierro, nutrientes y otras vitaminas fundamentales para mantener una inmunología excelente. Se ha comprobado que aquellas personas que utilizan suplementos vitamínicos (como el ácido ascórbico) en una proporción recomendada, ayuda a reducir los síntomas y la duración de resfriados y gripes. Además, presentan menos síntomas y una mejor recuperación en estas situaciones.
- En cosmética es muy usada para evitar el daño que produce la luz solar. También tiene propiedades que han sido demostradas para mejorar la pigmentación y el efecto antiinflamatorio. Además, es un antioxidante capaz de neutralizar los radicales libres. De esta forma protege nuestra piel frente al deterioro que producen, sobre todo a nivel de envejecimiento
- Participa no solo en el metabolismo, también a la absorción de ciertos macroalimentos y elementos necesarios para fortalecer el organismo, como el ácido fólico, hierro, carbohidratos, lípidos y proteínas.
Alimentos que contienen vitamina C
Aunque siempre se ha dicho que los cítricos son los alimentos más ricos en este micronutriente, te sorprenderá saber que no es la fuente más importante. Por eso, te proponemos una lista con los alimentos que más aportan en este sentido:
- Pimiento rojo: tiene hasta 139 mg de ácido ascórbico por cada 100 gramos. Sobre todo si se come crudo, ya que el calor produce la destrucción de la vitamina C.
- Perejil: este alimento contiene unos 133 mg de ácido ascórbico por cada 100 gramos. Hay múltiples maneras de prepararlo en distintos platos comunes en nuestro día a día.
- Brócoli: incorpora 110 mg de ácido ascórbico por cada 100 gramos, especialmente si se come en crudo. La recomendación es consumirlo en ensaladas o junto a salsas como el humus.
- Kiwi: tiene unos 100 mg de vitamina C por cada 100 gramos y además posee numerosas propiedades, así como otras vitaminas.
- Uva: aunque presenta un alto porcentaje de azúcares, contiene también 90 mg de ácido ascórbico por 100 gramos. Con moderación es una fruta recomendable.
- Fresa: contiene unos 70 mg de ácido ascórbico por 100 gramos y ofrece una gran versatilidad para emplearla en la cocina, desde el desayuno con lácteos hasta hacer licuados o zumos con ella.
- Caqui: esta fruta tiene unos 60 mg de ácido ascórbico por 100 gramos y puede ser un buen sustituto de otras frutas.
- Papaya: una fruta perfecta para el desayuno gracias a su alto contenido en fibra y agua. Pero además aporta unos 60 mg de vitamina C.
Remedios con vitamina C para el resfriado
En la actualidad contamos con numerosos remedios médicos y naturales para curar los resfriados. Los suplementos con vitamina C son esenciales para mantener el buen funcionamiento de los glóbulos blancos, encargados de protegernos contra virus y bacterias. Con dosis grandes de esta vitamina, se reduce la duración de un catarro y de un resfriado. Sin embargo, los remedios que contienen el ácido ascórbico varían según la persona. La dosis que mejor se tolera por la gran mayoría es de 1000 a 2000 mg al día. Todo ello sin olvidar que dosis mayores de vitamina C provocan dolores estomacales.
No obstante, la carencia de esta vitamina suele tener relación con una mayor probabilidad de coger un resfriado, escorbutos, gripes... y es posible no tener buenos niveles de vitamina C con el estilo de vida que llevamos y la alimentación deficiente en nutrientes, minerales y vitaminas que tomamos. Y debido a esto, el sistema inmune puede debilitarse y estar más desprotegido contra agentes externos.
En definitiva, es en todo lo anterior donde la vitamina C y el resfriado tienen una estrecha relación.
Para más información consultar las siguientes referencias
Cochrane. Vitamina C para la prevención y el tratamiento del resfriado común (May 2013)
MedlinePlus. La vitamina C y los resfriados (2019)
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002145.htm
The Nutrition Source. Vitamin C (March 2020)
https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/vitamin-c/
National Institutes of Health. Datos sobre la vitamina C (En español).
https://ods.od.nih.gov/pdf/factsheets/VitaminC-DatosEnEspanol.pdf
ANIBES. Ingestas dietéticas y fuentes de zinc, selenio y vitaminas A, E y C en población española.
https://www.fen.org.es/anibes/archivos/documentos/ANIBES_numero_21.pdf