El asma infantil es, hoy en día, la enfermedad crónica más frecuente de esta etapa de la vida. Son muchos los niños que, con el paso de los años, acaban mejorando su sintomatología. En ocasiones, esta llega incluso a desaparecer. Los ataques se van espaciando en el tiempo, haciéndose cada vez menos constantes, hasta que dejan de aparecer.
Es una patología que puede causar síntomas todos los días, lo que provoca muchas molestias en los niños que la padecen. En ocasiones, los ataques de asma pueden llegar a ser incluso peligrosos. Si bien es cierto que no deja de ser la misma enfermedad que padecen los adultos, los niños suelen enfrentar diferentes desafíos debido a la edad. Te contamos cómo detectarla.
¿Cómo es el asma en los niños? Síntomas
Son muchos, y variados, los síntomas que pueden indicar que un niño padece asma infantil. Algunos de los más notables son los siguientes:
- Una especie de silbido al espirar. Es algo que los adultos pueden notar fácilmente, sobre todo si el niño está durmiendo. Además, es muy característico de esta patología.
- Dificultad a la hora de respirar. Se acrecienta cuando se realiza algún tipo de actividad física medianamente exigente, como puede ser correr. Al ser los niños tan activos, y tender tanto a jugar de forma física, también es fácilmente apreciable.
- Una especie de opresión en la caja torácica, de la que el paciente puede quejarse. Con una edad temprana puede que no sepan explicar exactamente qué es lo que sienten, por lo que es importante prestar mucha atención.
- Y, por último y el más evidente, una tos seca frecuente. Se puede desencadenar por multitud de factores: aire frío, actividad física o incluso una infección viral.
Además de estos síntomas, que son los más habituales, puede haber otros, como dificultad a la hora de dormir, causados por los ataques de tos seca. Esto puede conllevar también episodios de mucho cansancio y fatiga, puesto que no se está descansando lo suficiente.
Como los indicios son variados, lo ideal es que consultes al médico si tienes algún tipo de duda. De esta manera, será un profesional el que dictamine si estamos ante un caso de asma infantil.
Causas del asma infantil
Se suelen señalar distintos factores, de los cuales los más relevantes son los relacionados con la genética y con el ambiente. No obstante, es un tema en el que los expertos aún no se han puesto de acuerdo y no han conseguido determinar causas exactas.
Pese a todo, muchos profesionales confluyen en la importancia de la carga genética a la hora de padecer asma infantil. Normalmente, los niños que lo padecen suelen tener padres que han hecho frente a lo mismo. Pese a todo, no se considera una enfermedad hereditaria como tal, sino que se señala la importancia de la predisposición genética. Además, hay factores contaminantes que pueden hacer que esto empeore, como el humo del tabaco.
¿Cuáles son los factores desencadenantes del asma?
Al tener el sistema inmunitario una mayor sensibilidad, las posibilidades de que los pulmones se inflamen son mayores. Los desencadenantes de esta inflamación varían de una persona a otra, puesto que puede ser desde una infección vírica hasta una alergia a algo del ambiente. Los más habituales son los siguientes:
- Resfriados comunes, o incluso gripes u otro tipo de afecciones de los pulmones.
- Una exposición constante a contaminantes. Dentro de estos contaminantes podemos hablar tanto de la polución que hallamos en algunas ciudades como del tabaco.
- La actividad física puede provocar también que se desencadene un ataque.
- Algún tipo de alergia, como al polvo o a las mascotas, puede hacer que el asma haga su aparición.
Tratamiento del asma en niños
El asma en sí no puede curarse. Lo que se busca con el tratamiento es controlar los ataques, así como disminuir la frecuencia de estos. Además, en caso de producirse un ataque de asma, se busca tratarlo y atajarlo de la forma más rápida posible.
Para tratar el asma, es fundamental que evitemos cualquier tipo de desencadenante. Para ello, debemos conocer cuál es la causa concreta de cada niño, ya sea una alergia o correr durante un periodo de tiempo. Además, se debe buscar que la persona no se exponga a las sustancias nocivas mencionadas anteriormente.
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