Conocer los riesgos y las causas de la tos crónica es el primer paso para poder tratar esta molestia, que puede estar motivada por procesos gripales, catarrales o asma. Por suerte, los episodios de tos seca mejoran con tratamientos antitusivos.
Causas (o enfermedades) más frecuentes detrás de la tos crónica
Las causas de la tos crónica abarcan diferentes aspectos de nuestra salud. Es importante que tengas en cuenta que la aparición de tos ocasional no debe alarmarte, ya que es una forma que tiene nuestro cuerpo de prevenir infecciones y eliminar elementos que pueden producir irritación.
- Asma. Esta enfermedad produce una inflamación en las vías respiratorias y afecta al flujo de aire. Esto produce una sensación de falta de aire, opresión en el pecho, ruidos al respirar y, por supuesto, tos. Puede darse en diferentes épocas del año y empeorar por la exposición del paciente a alérgenos como los ácaros, polen o moho.
- Infecciones. Después de pasar algún tipo de infección de las vías respiratorias superiores, o también durante la infección, es frecuente que los pacientes adultos padezcan episodios de tos improductiva. Esta se suele tratar con antitusígenos para evitar la irritación de las vías respiratorias (que, a su vez, produciría más tos).
- Medicamentos para tratar la presión arterial. La presencia de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina en los tratamientos para la presión alta y la insuficiencia cardíaca, pueden provocar tos de forma crónica en algunos pacientes.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Esta impide que el flujo de aire desde los pulmones circule con normalidad. Es producida por una bronquitis crónica o debida a un enfisema pulmonar. La EPOC es una de las causas de la tos crónica que provocan dificultad para respirar.
Factores de riesgo y complicaciones
La tos seca o improductiva suele perjudicar el desarrollo de la vida cotidiana de quienes la padecen. Se produce cuando hay una ausencia de mucosidad, sequedad en la garganta, picor en la zona y una necesidad constante de toser. Además, los ataques de tos por la noche afectan al sueño y pueden producir cansancio y molestias musculares.
El uso de antitusivos consigue evitar el círculo vicioso que produce la tos seca y que deriva en la irritación de la garganta y las vías respiratorias. Sin embargo, es importante prestar atención a los factores de riesgo que pueden desencadenar complicaciones más graves.
El tabaquismo es el principal factor de riesgo. Por eso, no es de extrañar que los fumadores, exfumadores y también los fumadores pasivos, sean pacientes que padecen episodios de tos improductiva. A su vez, pueden desarrollar complicaciones derivadas de esta patología y tener ciertas dificultades para desarrollar su día a día con total normalidad.
Además de la interrupción del sueño, dolores de cabeza, mareos y vómitos, las causas y complicaciones de la tos seca crónica están directamente relacionadas con otros problemas de salud como la incontinencia urinaria, desmayos o, incluso, fracturas en las costillas.
Pruebas diagnósticas
Para hacer un diagnóstico preciso, se suele llevar a cabo una exploración física, una revisiónde la historia clínica del paciente y, en algunos casos, una radiografía de tórax con el objetivo de detectar anomalías. Algunos casos requieren la realización de pruebas más específicas como las espirometrías, pruebas de alergia o una exploración otorrinolaringológica para detectar patologías.
Si bien es cierto que en los episodios breves de tos seca el uso de antitusivos debería ser suficiente, conviene prestar atención a una serie de síntomas que pueden indicar un problema de salud más serio, y acudir a un especialista para que pueda evaluar tu caso.
¿Qué tipo de especialista trata la tos crónica?
Según el tipo de tos, así como la duración de los episodios, se recomienda a los pacientes visitar a un especialista de la medicina pulmonar y respiratoria, como los neumólogos. Los especialistas en otorrinolaringología también están capacitados para detectar posibles patologías o anomalías en la garganta, nariz y oídos.
En cualquier caso, tu médico de cabecera está capacitado para realizar la primera exploración y diagnóstico. En caso de ser necesario, te indicará si debes visitar a un especialista.
BIBLIOGRAFÍA
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