La tos es una manifestación que tiene el organismo humano para despejar las vías respiratorias. La postura que incorporamos al dormir favorece la tos. A través de un acto reflejo en el que se expulsa aire con gran intensidad para descongestionar el sistema respiratorio en las horas de descanso.
En cualquiera de los casos, esta clase de tos tan particular puede deber su origen a varios factores. Entre los más habituales y frecuentes destacan los resfriados, procesos asmáticos y derivados del tabaquismo.
En general, la tos seca nocturna es bastante molesta debido a que impide conciliar el sueño y en consecuencia que no se pueda descansar bien en estas horas de la noche.
Síntomas comunes
Esta incidencia en la tos se manifiesta sobre todo de una manera muy repetitiva que puede llegar a afectar en el descanso. Se trata de una reacción espasmódica que aparece con mayor intensidad en el momento de meternos en la cama.
De la misma manera que emerge con una irritación en la garganta que es muy molesta. Un hecho que provoca que la tos sea ininterrumpida y que por tanto sea muy molesta para las personas. También puede ir acompañada, aunque no es muy frecuente, de pequeñas cefaleas o incluso dolores de cabeza leves.
Causas de la tos seca
La aparición de este problema en el sistema respiratorio alto se debe a una gran variedad de trastornos que son de diversa naturaleza. En la tos seca las causas pueden ser debidas a problemas en las vías respiratorias. La postura que incorporamos al dormir favorece la tos”.
Como por ejemplo, catarros y procesos ligados a la gripe.
La irritación y sequedad de las vías respiratorias también puede ser la causa de este padecimiento. Sin olvidarse que la tensión emocional también puede jugar un rol determinante para la aparición de la tos seca. En especial si va acompañada de un cierto nerviosismo ante el temor de que aparezca esta señal.
En todos los casos en que se derive de un trastorno ocasional o temporal la tos desaparecerá con la eliminación de la enfermedad. Es decir, en torno a una o dos semanas. Mientras que en los restantes la molestia se prologará con el paso del tiempo.
Hasta el punto de que se puede volver crónica, como por ejemplo pasa con los fumadores habituales. Este es uno de los escenarios que deben evitarse a toda costa ya que supondrá un reforzamiento de esta incidencia y que puede llegar a durar mucho tiempo.
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