¿Cómo detectar la tos nerviosa?
Su diagnóstico es complicado ya que los médicos apuestan por la revisión exhaustiva del aparato respiratorio para encontrar la causa. Tras tener la certeza de que no se trata de una dolencia respiratoria, es posible valorar alteraciones psicosomáticas como causantes de la patología, como son el estrés o la ansiedad1.
La tos nerviosa en adultos se puede presentar ante situaciones que conlleven un aumento del estado de nervios de la persona. Esta circunstancia provoca sequedad de boca y de garganta, molestias y la tos que se viene describiendo.
Debe desaparecer en unos días. De persistir, sería necesario realizar un examen médico para determinar la verdadera causa.
Síntomas comunes
Los síntomas de la tos nerviosa son múltiples. Uno de ellos es su cese durante la noche o su remisión si el paciente no tiene que enfrentarse a la situación que se la provoca. Ahora bien, hay que subrayar que de aparecer mezclada con otros síntomas como la secreción nasal, la fiebre, la mucosidad, o la congestión, habría que comprobar el origen de los mismos para determinar la patología respiratoria correspondiente. Los síntomas más habituales se resumen en el siguiente listado:
- Es una tos improductiva.
- Aparece y desaparece, no sigue una pauta.
- No provoca ningún otro tipo de molestias o de síntomas asociados a diversas patologías respiratorias.
- A mayor relajación de la persona, más posibilidades de que desaparezca.
- En ocasiones, se produce el efecto contrario. Al haber superado la situación que provoca la angustia o el estrés es cuando el organismo reacciona tosiendo como consecuencia de haber pasado por una situación emocional demasiado complicada de superar.
- La irritación en las vías respiratorias es idéntica a la que provoca la tos seca.
Causas de la tos nerviosa
Se piensa que el origen de la tos por nervios está en una causa psicológica. Puede tratarse de un trauma que altera el sistema nervioso, de una carga emocional excesiva durante un largo tiempo o de circunstancias similares. Es importante subrayar que el estrés mantenido en el tiempo termina afectando al sistema inmunitario lo que termina por provocar dolencias que podrían ser somáticas.
¿Cómo prevenirla?
El uso de antitusivos como Flutox es eficaz. Calma la garganta consiguiendo así un efecto que ayuda a su eliminación. Para prevenirla, sería positivo conocer qué la provoca para poder afrontar esa situación desde un punto de vista distinto. Recomendamos el consumo de bebidas o alimentos que hidratan y lubrican la garganta como:
- Las infusiones de regaliz, tomillo, malvavisco o jengibre.
- Sopas y tisanas. Se aconseja tomarlas a una temperatura templada para evitar nuevas irritaciones.
- Hacer gárgaras con limón y miel. Diluir ambos ingredientes en un poco de agua es importante para evitar que la acidez del cítrico provoque alteraciones en la mucosa de la faringe.
- Tomar un máximo de 60 gramos de chocolate negro.
- Consumir caramelos de hierbas aromáticas o miel (el mentol irrita la garganta y es mejor evitarlo).
La práctica de la meditación o de cualquier otro tipo de ejercicio físico (caminar o nadar por citar dos ejemplos) son también coadyuvantes. Además, ayudan a controlar mejor la respiración y a prepararse mentalmente para superar el posible estrés que produzca una situación determinada.
No en vano, la tos seca nerviosa puede pasar de ser una reacción del cerebro a un nuevo problema que aumente el estrés al no poder dominarse. La hidratación constante de la garganta, el intentar adaptarse a lo que provoca la ansiedad o cambiar la forma de interpretar los hechos que provocan este síntoma son medidas a tener muy en cuenta.
Una vez más, aconsejamos siempre contar con la opinión del especialista que emitirá el diagnóstico más acertado tras llevar a cabo las pruebas correspondientes. Solo así es posible determinar la causa de la tos nerviosa y cómo afrontar su tratamiento desde un punto de vista más eficaz.
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